mayo 19, 2011

Los literatos de mi Caribe

Literatura del Caribe
Narrativa
Álvaro Cepeda Samudio



Narrador y periodista colombiano. Nació en Barranquilla en 1926. Se destacó como periodista, dirigió el Diario del Caribe. Se movió en la línea sin fronteras entre la narrativa y el periodismo, influenciada por la narrativa norteamericana contemporánea, que conoció cuando estudió periodismo en la Universidad de Columbia. Su intensa labor periodística se encuentra en los cientos de columnas, editoriales, escritos sobre política, cine, literatura, problemas de la ciudad y personajes queridos de la opinión. Perteneció al grupo de Barranquilla que se formó en 1946, sin ningún plan definido, alrededor del Catalán Ramón Vinyes en compañía de Gabriel García Márquez, Germán Vargas y Alfonso Fuenmayor. Por ellos organizó y publicó sus cuentos Todos estábamos a la espera (1954). En ese mismo año, publicó su novela La Casa Grande, que fue alabada por García Márquez por la calidad del lenguaje y la estructuración de los personajes. Murió en 1972 en Nueva York.

La Casa Grande

Una de las características más notables de La Casa Grande, novela del colombiano Alvaro Cepeda Samudio, es la inversión-sustitución de historias, que se construye en procedimientos semiótico-artísticos en los niveles narrativo y semántico que se proyectan en los contextos sociohistóricos, a través de la intertextualidad. En este ensayo nos proponemos demostrar la armonía entre estos procedimientos y las ideologías en la novela de Alvaro Cepeda Samudio, acudiendo a la argumentación de tres postulados claves: la reconstrucción de la Historia mediante la alternancia polifónica de diferentes versiones presentadas en tipos discursivos diversos (o formas diegéticas, miméticas y argumentativojustificatorias), que pretenden, en el plano ideológico, romper con el discurso histórico oficial limitado, incompleto y deformado; contraponer posiciones ideológicas a través de focalizaciones y puntos de vista, y establecer una nueva perspectiva historiográfica, contando también la historia de los derrotados desde sus imaginarios sociales.

El segundo postulado consiste en la inversión-sustitución de historias, la familiar y la social que pueden auto-reemplazarse, por cuanto, además de los vínculos explícitos que contraen en la narración, se unen en la construcción de simbolismos, en la conmutabilidad, en el plano significativo, en los actantes, eventos, espacios e isotopías.

El tercer postulado trata de la simetría de épocas históricas que, como en un juego de espejos, armoniza el período tomado como material de ficción, época de los años veintes --matanza de las Bananeras 1928-- con el período vivido por el autor y de gestación de la novela, finales de los años cincuentas, comienzos de los sesentas —1956-1962—, durante el cual Cepeda Samudio experimentó los cambios sociales, políticos y económicos regionales, nacionales y mundiales que formaron su visión del mundo y sus posturas ideológicas, filtradas como no-conscientes en la forma de la novela. Esta simetría histórica, en el plano de la ficción literaria, y en el marco del intertexto, apunta a la situación sociocultural y política de Colombia, por lo que actúa como trasfondo ideológico de La Casa Grande capaz de apoyar el análisis sociocrítico aquí planteado.



Poesía
Raúl Gómez Jattin

Raúl Gómez Jattin (1945 - 1997) Colombia, Vivió su infancia en Cereté, un pequeño pueblo al norte de Colombia, fue profesor de bachillerato de las materias de Geografía e Historia. A los 21 años se trasladó a Bogotá donde comenzó a estudiar derecho en la Universidad Externado de Colombia. Allí, aparte de sus estudios se dedicó al teatro, participando como actor en varios montajes y haciendo adaptaciones de obras literarias que se dieron a conocer principalmente en la revista literaria Puesto de Combate. Después de vivir ocho años en Bogotá y sin terminar sus estudios de derecho regresó a Cereté. donde vivió deambulando en las calles, pasó varias temporadas en clínicas psiquiátricas y se dedicó a escribir poesía. En 1989 se traslada a Cartagena donde vive en las calles y parques, pasa otras temporadas en clínicas psiquiátricas e ingresa varias veces en la cárcel de la ciudad. El 22 de mayo de 1997 muere en Cartagena atropellado por un bus sin que haya sido posible determinar si se trató de un accidente o un suicidio.

Es autor de los siguientes libros de poemas:

  • Poemas (1980)
  • Retratos (1980-1986)
  • Amanecer en el valle del Sinú (1983-1986)
  • Del Amor (1982-1987)
  • Hijos del tiempo
  • Esplendor de la mariposa (1993).
  • Los poetas, amor mío... (1999) -Libro póstumo-.
  • El libro de la locura (2000) -Libro póstumo-
Aqui tenemos un poema de Raúl Gómez Jattin.

El dios que adora

Soy un dios en mi pueblo y mi valle
no porque me adoren sino porque yo lo hago,
porque me inclino ante quien me regala
unas granadillas o una sonrisa de su heredad.
O porque voy donde sus habitantes recios
a mendigar una moneda o una camisa y me la dan.
Porque vigilo el cielo con ojos de gavilán
y lo nombro en mis versos.
Porque soy solo.
Porque dormí siete meses en una mecedora
y cinco en las aceras de una ciudad.
Porque a la riqueza miro de perfil
mas no con odio.
Porque amo a quien ama.

Porque sé cultivar naranjos y vegetales aún en la canícula.

Porque tengo un compadre
a quien le bauticé todos los hijos y el matrimonio.
Porque no soy bueno de una manera conocida.
Porque no defendí al capital siendo abogado.
Porque amo los pájaros y la lluvia
y su intemperie que me lava el alma.
Porque nací en mayo.
Porque sé dar una trompada al hermano ladrón.
Porque mi madre me abandonó
cuando precisamente más la necesitaba.
Porque cuando estoy enfermo
voy al hospital de caridad.
Porque sobre todo respeto sólo al que lo hace conmigo,
al que trabaja cada día un pan amargo y solitario y disputado
como estos versos míos que le robo a la muerte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario